jueves, 23 de diciembre de 2010

Que parejilla mas pura vida!

Un joven enamorado comprometido para matrimonio con su novia. Llenos de ilusiones, conversaciones sobre su vida futura. Miradas llenas de complicidad y de esperanza y en un momento después de un "José tengo que decirte algo" fue necesario tomar decisiones y rápidas. Aquellas que no podían durar mas de nueve meses...

José podía dejar secretamente a María. Pero su estado en determinado momento la iba a delatar y según la tradición judía podía ser juzgada como una "sotah" (adúltera bajo sospecha). Adúltera ya que el hecho de estar comprometida con José legalmente tenía la condición de esposa aunque no se hubiera dado ninguna ceremonia. Al ser juzgada por adúltera tenía que ser humillada públicamente por su pecado y después de haberse tomado unas aguas amargas (una mezcla de polvo, agua bendita y tinta con la que un sacerdote escribía una maldición para que perdiera el niño, si es que realmente estaba embarazada). Esa humillación consistía en rasgarle sus ropas, dejarla semi desnuda y con pelo suelto para que todos vieran la condición de una pecadora.

Esta perspectiva del futuro y de tener un hijo bastardo, un "mamzer" (hijo ilegítimo en el idioma hebreo)no era muy atrayente pero aún así ella contestó: "Así sea". Y José dejando su orgullo, su identidad y sin mostrar ni gota de machismo, decidió creer a un sueño de un ángel y recibió a María como su mujer.

José fue valiente, en medio de mucho chisme y habladuría obedeció a un sueño loco que su novia virgen estaba embarazada por el Espíritu Santo. Fue valiente y pudo tener de cerca a Emmanuel, Dios con nosotros. Lo vio crecer, jugar, escucharlo que le dijera papá... Imaginense tener a Dios bebé entre sus brazos. Este amor único que fue premio de su obediencia lo experimentaron María y José en una noche de Navidad. No había posada, ni lujos, ni tratamientos especiales, pero nació la luz del mundo que aún brilla para guiar nuestros pasos. Esta luz llamó a los paganos (los magos del Oriente), a los sencillos (a los pastores) y a todos nosotros los gentiles. Vino desposeído y se fue de la misma manera para convertirse en nuestro Rey. Sufrió toda clase de situaciones, de rechazo, de dolor, incluso físico y todo por nosotros.

Pero para esto se ocupaba una pareja joven, valiente y arriesgada a sufrir mucho por obedecer. Sabían que el premio iba a ser mas grande que todo lo que debían pasar...

Seguir a Jesús no es tan diferente aún en estos tiempos. Pero todo vale la pena cuando uno conoce el premio: su presencia suave y a la vez la mas poderosa del mundo. Jesús fue peregrino y extranjero en Egipto. Muchas veces nos hemos sentido así aún en casa, pero el premio es grande y no vamos a encontrar nada igual.

Dice la tradición que José murió cuando Jesús aún era jovencito pero que hubiéramos hecho sin el "si " de José y el "así sea" de María.

En medio de tanta fiesta y compromisos y aún peor : en medio de todos los pleitos que se hacen en estas fechas, no se nos olvide el verdadero regalo y que gente maravillosa ha tenido que pagar el precio para que aún en estos tiempo se celebre la Navidad...

No perdamos el rumbo . Celebremos el Dios con nosotros para siempre!

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