sábado, 25 de septiembre de 2010

Me revolcó una ola

Que sensación mas desconcertante e imponente cuando nos revuelca una ola! Ojalá una ola "capitana". En esos momentos, aunque realmente uno no piensa en nada trágico, quedamos aturdidos, viendo para otro lado, pensando que el cielo es el fondo del mar, tragamos cualquier cantidad de agua, y cuando salimos, esperando que el vestido de baño esté en el sitio correcto, volvemos a ver para todo lado, por aquello del espectáculo, e intentamos caminar dignamente hacia la playa. Pero ya no somos los mismos.

En estos últimos días ha estado temblando. Y esto realmente me pone a temblar ya que siempre le he tenido terror a los temblores. Me he acordado del terremoto de Cinchona, que fui testigo presencial por circunstancias de la vida. Punto, me tocaba estar ahí : en la segunda tarima de las Cataratas de la Paz. Nada mas ni nada menos que en el puro epicentro del terremoto de hace dos años. Después de intentar salir del lugar en nuestro carro, al ver que la carretera estaba destruida y tener que salir por la montaña hasta el día siguiente para poder llegar a un albergue en Poasito (a tres horas de camino por unas cuestas y barro increíble) llegué a una conclusión que me tomó mucho tiempo armarla. Ha sido un entendimiento muy poco a poco...

Recién llegados a San José, todo el mundo me preguntaba: Qué te dijo Dios en ese momento?
Qué percibiste del mundo espiritual? Es increíble el poder de Dios cómo te protegió! Y yo realmente pensaba y decía sin ninguna máscara y con toda la sinceridad: "Yo no sé nada, yo no escuché nada, y si Dios me salvó, gracias infinitas, pero también hubo muchísima muerte a mi alrededor de personas que sin duda eran muchísimo mejor que yo." Y quedé exactamente igual como después de un revolcón de ola: viendo para el otro lado y sin entender mucho (mas bien sin entender nada). Me pregunto : Habrá que entender algo siempre? Será que un ser finito, como somos nosotros, tendremos la capacidad de tener que entender todo después de una experiencia? A veces si y a veces no. No creo que todo tenga que tener una pieza en el rompecabezas desde ahora. Me acuerdo de aquella parte del Antiguo Testamento en Isaias 55:9 que dice así: : "Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos mas altos que vuestros caminos, y mis pensamientos mas que vuestros pensamientos". Y así ha sido mi vida, a veces he entendido pero cuando no lo he hecho, he aprendido a aceptar la voluntad de Dios sin pretender entender egocéntricamente todo lo que sucede alrededor. Lo único que tengo certeza es que Jesús me ama profundamente y por ese amor yo haría lo que fuera para no perderlo.

Pero volviendo a mi historia de Cinchona, epicentro de mi terror real, pude poco a poco medio entender que me llevó hasta ahí y poder salir para escribir esto. A la mañana siguiente del terremoto, queríamos salir desesperadamente de ahí. No queríamos esperar a que llegaran los helicópteros, que en ese momento no podían aterrizar por el mal tiempo y decidimos salir por la montaña. Al lado mío escuché una conversación entre dos hombres de mediana edad, de condición muy humilde que dec
ían que iban a salir por la montaña. Y sin pensarlo ni un instante decidimos seguirlos (digo decidimos porque iba con mis hijos, varios de sus amigos y mis primos de España que andaban de paseo !qué paseo! pobres...). Estos hombres eran unos vaquianos de la zona, que habían perdido todo, y aún así, la noche anterior habían hecho el recorrido por la montaña para hacerlo accesible y empezar a sacar gente por el camino. Hombres humildes, calladitos pero con su corazón hacia los demás , después de haber perdido sus casitas. Porsupuesto, los seguimos confiadamente, no alardeaban de su conocimiento ni pedían favores... sólo caminaban guiándonos por lo desconocido para nosotros. Me hicieron recordar el caminar de un Hombre que lo dió todo por cada uno de nosotros...

Finalmente llegamos al Albergue. Fuimos el primer grupo en llegar y nos recibieron la gente mas humilde y cariñosa que se puedan imaginar. Gente, que también había perdido sus posesiones y estaban preparándonos desayuno. Hubo una señora que apenas me vio me abrazó. No le importó que yo venía llena de barro y asustadísima. Me agarró mis manos entre las suyas y me las frotaba diciéndome : "pobrecita, tiene mucho frío... perdone que no está listo todo el desayuno todavía... pero tómese este juguito.." Una persona humilde que había perdido todo, sirviéndome con un amor indescriptible. Sirviéndole a una persona que en menos de dos horas iba a estar en su casa, con el resto de su familia, con un baño con agua caliente. En fin con todas las comodidades a las cuáles , que por la misericordia de Dios, he estado acostumbrada.

Al llegar a casa, después que fueron por nosotros, porsupuesto que le agradecí muchísimo a Dios pero me sentía en deuda con alguien y no entendía. Pasó el tiempo, y Dios nos dio la oportunidad de servir desayunos a los habitantes de la calle. Unos vienen sucios como yo llegué aquel día, y les aseguro que todos llegan con miedo y siguen con miedo... Miedo a un futuro incierto, a sobrevivir en esa jungla tan terrible.

Y talvez la experiencia del terremoto en Cinchona haya tenido un poco que ver con lo que estamos haciendo ahora. Pero definitivamente marcó mi vida con agradecimiento. Y si sigo estando en deuda con aquellas personas maravillosas que aunque perdieron todo, lo dieron todo, saliendo de su comodidad y su dolor, y nos recibieron con un amor genuino; ahora, yo teniendo todo, cómo no voy a dar un poco de eso a aquellos que no tienen por diferentes circunstancias?

Y para ir cerrando esta entrada, qué habrá percibido mi sobrino de 19 años, hijo de la prima española, que aún después de esta experiencia, decidió dejar su tierra natal y venir a estudiar a Costa Rica por un año? Definitivamente el testimonio de amor de esta gente. Curiosamente, también nos acompaña a repartir desayunos en el Centro de Dormitorio de la Municipalidad de San José. Reparte sandwiches con una sonrisa en su rostro. Probablemente se acuerde que alguna vez estuvo del otro lado de la mesa recibiendo.

Si, me revolcó la ola "Capitana" pero creo entender que no quedé viendo para el lado equivocado. Pero sigo con la certeza que los pensamientos de Dios no son los nuestros y que sus caminos son mas altos que los nuestros.

Estoy segura que en mi rompecabezas faltan muchas piezas. Si tengo la convicción de que Alguien que murió por mi, me acompañará hasta el final. Aunque llegue con mi rompecabezas sin terminar.

Y espero no intentar comprender siempre todo, porque quiero reconcer siempre mi condición de ser humano finito ante Dios infinito.

3 comentarios:

Unknown dijo...

¿Y qué pasa cuando estas en el mar, las olas son demasiado grandes, te revuelcan sin remedio...tienes la oportunidad de salir pero no sabes cómo hacerlo, y cada vez que logras respirar antes de que llegue la otra "capitana" sales más confundida que nunca?

yeya acosta dijo...

Nono:

Es cierto que hay épocas que parecen que esas olas no van a terminar nunca y es desesperante. Creo firmemente en el concepto de iglesia primitiva. Todo se comparte: lo bueno y lo malo... La oración de personas cercanas te van a fortalecer y ayudar a resistir hasta que todo pase. Tambien las disciplinas espirituales como el ayuno y la oración contemplativa te pueden ayudar muchísimo. Si querés mas información respecto a estos temas, mandame un email a acostayeya@gmail.com y con mucho gusto te puedo recomendar literatura sobre estos temas.Acercate a personas que hayan pasado esos "oleajes" y han terminado amando mas a Dios. Esto te puede ayudar tambien,
un abrazo

Anónimo dijo...

Yeya vos amas a Dios porque definitivamente TODAS las cosas llamese terremoto, olas,o cualquier otra catastrofe natural y humana, te han venido a bien...
Estoy convencida que Dios tiene agrado en mostrar muchas cosas su gente "favorita", a la gente que no va a desperdiciar una oportunidad para dar su mensaje, asi como te hablo por medio de las personas de Cinchona tu corazon decidio continuar ese mensaje de amor.Por ultimo, como decias, no se si todo debe tener un sentido pero creo que si viste un ejemplo de amor en la gente que te ayudo, el proposito de Dios se hizo una vez mas en tu vida.
Vos no te has dado cuenta pero al igual que las senoras de Cinchona has ayudado a muchas personas incluidad yo, donde hemos venido de un terremoto de un desastre en nuestra vida y vos has estado ahi para darnos un juguito mientras preparas el desayuno y probablemente tenias problemas mas grandes que los mios pero decidiste dar, sevir, al igual que a vos no se te olvida el amor de estas senoras yo no me olvido del tuyo no solo para conmigo sino para mi familia completa...Te quiero mucho! Manu