domingo, 19 de septiembre de 2010

Refugio en Betania

Durante esta época de nuestra vida, donde nunca nos imaginamos que interesante iba a ser (a veces intensamente interesante, de una intensidad que generalmente antes del gozo, existe el dolor), Dios nos dió un refugio en Betania...

Jesús iba de visita a Betania, tres kilómetros al este de Jerusalén, en la ladera oriental del monte de los Olivos. Ahí se reunía con tres amigos. Me imagino que su visita no era nada formal, ni de trabajo... Sino simplemente de descanso, de hablar horas de horas de lo que era importante y tal vez no tan importante. Era su refugio, se sentía seguro, y de fijo muy a gusto ya que en la Biblia se menciona mucho este lugar como frecuentado por Jesús.

La gran provisión de Dios es enviarnos Betanias, donde nos sentimos bien siendo realmente como somos. Sin pretensiones ni máscaras , solo siendo realmente nosotros.

Nuestro Betania queda a 7 kilómetros de nuestra casa, en los antiguos cerros cafetaleros de la zona oriental de San José. Ahí nos reunimos con nuestros amigos. Visitas nada formales. De hablar de lo importante y lo no tan importante. Visitas que nos proveen descanso espiritual y recibimos atenciones y cuidados que solo pueden venir de hijos de Dios. Cómo no vamos a ir tan felices?

En nuestra última visita fuimos testigos de un milagro. Un milagro que te agarra por sorpresa. Como esos cielos de colores impresionantes que vemos de un momento a otro cuando no lo esperábamos, o como esa ola inmensa que se revienta con todo el poderío y la majestad de Dios y nos empapa, aún caminando en la orilla. Así fue cuando de un momento a otro escuchamos a la joven hija de nuestros amigos tocar el piano. Humildemente se acercó a él , y sus manos, se transformaron con igual majestad que el atardecer e igual poderío que el de la ola, y pudimos apreciar el talento puro con que Dios bendijo a esta muchacha.

Lo mas increíble de esto es que estoy segura que ella ni siquiera sospecha cuan grande es su don. Creo que detrás de esa sonrisa suave y dulce, está un futuro muy prometedor. Porqué digo que es un milagro? Porque algo tan excelente solo puede venir de Dios. Algo tan excelente en un vaso frágil lleno de humildad.

Escucharla fue una oración de acción de gracias... Otro motivo mas para estar agradecidos por Betania.

Gracias Gogi, por compartirlo con nosotros!

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