sábado, 1 de diciembre de 2012

Un año de silencio hasta que vi el cascanueces...



Desde hace un par de meses he querido volver a escribir... ha sido un año difícil. Un año donde fuimos victimas de un acto de violencia física brutal, un año donde se puso en prueba todo lo que creíamos, y un año para entender que la misericordia de Dios verdaderamente es nueva cada mañana... La tierra en la que hemos vivido durante este año ha sido árida pero hemos sacado el mejor fruto jamas imaginado.
Un año lleno de oportunidades de tomar decisiones rápidas e incorrectas o de esperar en el tiempo de Dios y de perdonar diariamente.

En este tiempo he podido confirmar una y otra vez que el amor de Dios es el único camino para el mundo. Este amor va mas allá de un credo especifico. La gente que no es creyente lo llamaría valores. Me atrevería a decir que es el Espíritu de Dios que nos guía a tomar decisiones a veces irracionales para aquellos que no han entendido que la violencia no se justifica ni se aprueba bajo ninguna circunstancia. Muchas veces aunque sea una aprobacion silenciosa  se convierte en pecado de omisión por no tomar una posición valiente y firme ante la injusticia. Qué diferentes fueron los pasos de nuestro Maestro! no le temblaba el pulso para hablar con la verdad y defender a aquellos que no podían defenderse por diversas razones. Qué fácil atacar entre varios... y mirar hacia otro lado desinteresadamente pensando que si no es mi problema mejor no me meto...

En esta tierra de crecimiento, cómo he podido ver la provisión de Dios a través de tantas personas. El verdadero Cuerpo de Cristo formado por personas que jamas me lo hubiera imaginado. Grandes lecciones de vida y de amor que cambiaron mis argumentos con solo una mirada. Y también reafirmaron en mi corazón que el plan de Dios sigue siendo que seamos Uno todos, y que fuera de eso no hay crecimiento y menos evangelización. La vida es un ensayo hasta que nos subimos al escenario de la prueba con miles de espectadores que van a ver si nuestro discurso es consecuente con lo que estamos viviendo. Recuerdo lo que dijeron de San Francisco de Asís:  "su vida fue su mejor sermón"...

Rompí mi silencio cuando tuve el privilegio de ver el flashmob (www.nacion/flashmob) un maravilloso extracto del espectáculo del ballet del Cascanueces con la participación de la Orquesta Sinfónica Juvenil Costarricense realizado en una plaza en el centro de San José. Esos cuatro minutos me devolvieron la esperanza de una manera única. Esos bailarines acompañados de El Vals de las Flores de Chaikovski, ofrecieron sorpresivamente a un publico que no esperaba un derroche de gracia y alegría.

Jóvenes unidos a través del arte para compartir su talento con otros. Tal demostración reflejó muchas horas de práctica, de planes, de ilusión... Mucho rato en beneficio de otros¿Será esta una de las tantas soluciones que se pueden poner en práctica para que una sociedad no sea tomada por la violencia?
En vez de mucho rato planeando el mal o apoyandola en silencio desinteresadamente.

Puede que sea irracional pero sigo creyendo que el Reino de los Cielos aún se puede establecer en medio nuestro. Sigo orando "Venganos tu Reino" Quiero ser responsable y tomármelo en serio.
Solamente a través del perdón y el entender que nuestra misión y proyecto de vida debería ser solo esto.
El resto sobra y son solo palabras.