domingo, 17 de julio de 2011

Soy cristiano ... no puedo ser tu amigo

Tengo la gran bendición de ayudar en un grupo de personas con diferentes expresiones del cristianismo. Este grupo (realmente es un movimiento, ya que la misma palabra "grupo" le daría un carácter de rigidez, reuniones, quién vino, quién no... etc y definitivamente no es así) nos une los necesitados.: indigentes, hogares de recuperación de adictos, orfanatos, familias en situaciones extremas que requieran una ayuda inmediata. Nos reunimos a final de año para darle gracias a Dios que pudimos ver Su mano otra temporada mas. Una reunión sencilla: un desayuno en una cafetería cerca del centro de San José.

Tenemos la oportunidad de trabajar con gente maravillosa: evangélicos tradicionales: luteranos, bautistas, católicos del opus dei, católicos de diferentes órdenes religiosas, ecuménicos de verdad (de aquellos que respetan los mejor de cada expresión de fe) y muchas otras personas que ni siquiera se catalogan entre unos y otros porque simplemente es algo muy personal para ellos y son respetados así. También nos ayudan muchas personas que están en búsqueda espiritual y todavía no han descifrado su creencia, pero están llenos del amor de Dios porque vuelcan todos su esfuerzos en ayudar a los demás... y son respetados y amados así.

Es un trabajo interesante: siempre oramos antes de iniciar cada actividad y a nadie le molesta. Tal vez no sea de la manera idéntica que oran en sus casas, pero a nadie le molesta. Todos en un mismo espíritu, inclinamos nuestras cabezas, y le pedimos la bendición a Dios para lo que estamos haciendo y para aquellas personas que no tienen lo que nosotros si tenemos. Todos agradecidos con la oportunidad de dar.

He podido conocer gente maravillosa y aprender de ellos. Estar en contacto con diferentes pensamientos me ha hecho crecer y entender que Dios se manifiesta de maneras diferentes y maravillosas. Me ha enseñado a escuchar y a respetar.Y a ver en cada una de estas personas la imagen y semejanza de Dios.

También entiendo que mi posición es criticada porque creen que soy universalista y humanista, pero ni una ni otra: soy cristiana  pero tengo la libertad de entender 1 de Corintios 1:12-13 que no tengo problema que alguno sea de Pablo o de Apolos o de Cefas. Soy de Cristo y eso es mas que suficiente para mi.

Mucha gente alrededor nuestra ha tenido la inquietud ( y mandan emisarios a investigar en vez de preguntar cara a cara ) que si somos de este grupo o del otro, que en qué creemos, que si oramos, que si leemos la Biblia, en fin un cuestionario interminable con una sentencia final: si no crees exactamente como yo, no puedo seguir siendo tu amigo. Y al principio fue triste, pero conforme ha ido pasando el tiempo entendemos que una amistad va mas allá que un sistema de creencias y esto también nos ha enseñado a no hacer lo mismo. Y el resultado ha sido una gran libertad llena de amor y tolerancia hacia los demás. 

Nunca dejamos de aprender. Ha sido importante escuchar a otros, hemos abierto nuestro panorama reforzando nuestra fe. Y curiosamente, muchos de aquellos al sentirse amados y respetados y no juzgados se han acercado a Dios.   

Soy cristiana y quiero seguir siendo tu amiga aunque no pensés igual que yo, soy cristiana y quiero que me reconozcan como tal por el fruto y no por lo que digo que soy. Entiendo que esto es un compromiso difícil pero de corazón lo quiero hacer. Aunque falle muchas veces , estoy segura que El me levantará

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dice la palabra, que un padre tenía dos hijos. Uno dijo que lo obedecería y no lo hizo, mientras que el segundo dijo que no iría, sin embargo luego lo reconcideró y fue. El padre lógicamente se alegró con la conducta del segundo hijo.
Cada vez que ayudamos a los más pequeños obedecemos al Padre Celestial, y El se alegra de nuestro quehacer.
También está escrito "por sus frutos los conocereis" y el fruto del amor son todas las obras de caridad realizadas con humildad, sin importar credos.