El tema de la guerra espiritual es algo que siempre ha estado rodeada de morbo y amarillismo. Anuncie unas charlas sobre ayuno y oración y NADIE llega... diga que el tema es de "guerra espiritual" y llenazo de inmediato.
No estoy negando la existencia de un mundo de maldad espiritual. De ninguna manera. Les puedo asegurar que tengo la certeza en carne propia que de veras existe. Pero me parece que la forma de luchar en ese ámbito no se puede dar con imagenes de Steven Spielberg ni asustando a la gente. Generalmente en este tipo de charlas se exalta el poder del mal sobre el bien. No es que se diga esto abiertamente pero se invierte mas el tiempo hablando del mal que del bien.
He podido observar que muchas de las personas interesadas en esos temas acaban teniendo una fascinación tan grande por este tema que después de un tiempo acaban involucrándose en el ocultismo abiertamente.
Esto es uno de los peligros ( o el mas peligroso, tal vez) de estudiar solo un texto bíblico sin estudiar los anteriores y el contexto en el cual fue escrito. Por ejemplo, tomemos el famoso versículo de Efesios 6:10-18, el de la armadura espiritual.Primero que todo hay que ubicarse que nosotros no podemos entender muy bien el concepto de una armadura ya que les aseguro que ninguno de nosotros ha estado en una de ellas. En nuestras guerras no llevamos armaduras. Luego no podemos dejar de estudiar que en los capítulos anteriores nos advierten sobre pecados muy claros como el de la avaricia y la inmundicia sexual y muchos otros mas. Nos dan las recomendaciones de como llevar relaciones interpersonales al mejor estilo cristiano: con bondad, sabiduría y amor. Nos hacen analogías sobre el amor de Cristo y su iglesia. En fin, muchos consejos con tono de advertencia de como ser dignos seguidores de Jesucristo. Y al final, de paso, nos hablan sobre guerra espiritual.
Igual que con la oración del Padrenuestro: las recomendaciones de rigor de como orar, como honrar a Dios y a los demás, siempre perdonando y compartiendo lo que tenemos y al final... líbranos del mal. No será que la guerra espiritual se hace a diario amando a Dios, sujetándose a EL, y amando a los demás como a nosotros mismos? Y por supuesto que esto alejará al mal de nosotros.Me parece mas difícil esto que saberme el nombre de todos los principados y huestes malignas y reprender con el ministerio del grito (o sea pegándole alaridos a los demonios). Qué será mas amenazante para el enemigo: un alarido o un testimonio de amor?
Pareciera ser que hay una relación entre estos dos pasajes de Efesios y la oración del Padrenuestro que la podemos encontrar en Mateo. Vivamos el cristianismo realmente: en fruto diario y en silencio y de paso, somos librados del mal. Hay muchísimas personas que fueron liberadas por el amor de Jesús al devolverles su honra amándolas y cuidándolas.
Siempre esperamos los eventos espirituales con fuegos artificiales en manos de magos. Acordémonos que a Jesús no lo reconocieron porque esperaban algo espectacular. De cuántos milagros nos estamos perdiendo por esperar algo diferente?
La guerra espiritual es diaria. Necesitamos de toda arma espiritual , pero de las mas importantes, el amor. Estamos andando en amor? estamos siguiendo los pasos de Jesús? Si no es así, aunque peguemos alaridos el demonio no se va a ir.