Que sensación mas desconcertante e imponente cuando nos revuelca una ola! Ojalá una ola "capitana". En esos momentos, aunque realmente uno no piensa en nada trágico, quedamos aturdidos, viendo para otro lado, pensando que el cielo es el fondo del mar, tragamos cualquier cantidad de agua, y cuando salimos, esperando que el vestido de baño esté en el sitio correcto, volvemos a ver para todo lado, por aquello del espectáculo, e intentamos caminar dignamente hacia la playa. Pero ya no somos los mismos.
En estos últimos días ha estado temblando. Y esto realmente me pone a temblar ya que siempre le he tenido terror a los temblores. Me he acordado del terremoto de Cinchona, que fui testigo presencial por circunstancias de la vida. Punto, me tocaba estar ahí : en la segunda tarima de las Cataratas de la Paz. Nada mas ni nada menos que en el puro epicentro del terremoto de hace dos años. Después de intentar salir del lugar en nuestro carro, al ver que la carretera estaba destruida y tener que salir por la montaña hasta el día siguiente para poder llegar a un albergue en Poasito (a tres horas de camino por unas cuestas y barro increíble) llegué a una conclusión que me tomó mucho tiempo armarla. Ha sido un entendimiento muy poco a poco...
Recién llegados a San José, todo el mundo me preguntaba: Qué te dijo Dios en ese momento?
Qué percibiste del mundo espiritual? Es increíble el poder de Dios cómo te protegió! Y yo realmente pensaba y decía sin ninguna máscara y con toda la sinceridad: "Yo no sé nada, yo no escuché nada, y si Dios me salvó, gracias infinitas, pero también hubo muchísima muerte a mi alrededor de personas que sin duda eran muchísimo mejor que yo." Y quedé exactamente igual como después de un revolcón de ola: viendo para el otro lado y sin entender mucho (mas bien sin entender nada). Me pregunto : Habrá que entender algo siempre? Será que un ser finito, como somos nosotros, tendremos la capacidad de tener que entender todo después de una experiencia? A veces si y a veces no. No creo que todo tenga que tener una pieza en el rompecabezas desde ahora. Me acuerdo de aquella parte del Antiguo Testamento en Isaias 55:9 que dice así: : "Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos mas altos que vuestros caminos, y mis pensamientos mas que vuestros pensamientos". Y así ha sido mi vida, a veces he entendido pero cuando no lo he hecho, he aprendido a aceptar la voluntad de Dios sin pretender entender egocéntricamente todo lo que sucede alrededor. Lo único que tengo certeza es que Jesús me ama profundamente y por ese amor yo haría lo que fuera para no perderlo.
Pero volviendo a mi historia de Cinchona, epicentro de mi terror real, pude poco a poco medio entender que me llevó hasta ahí y poder salir para escribir esto. A la mañana siguiente del terremoto, queríamos salir desesperadamente de ahí. No queríamos esperar a que llegaran los helicópteros, que en ese momento no podían aterrizar por el mal tiempo y decidimos salir por la montaña. Al lado mío escuché una conversación entre dos hombres de mediana edad, de condición muy humilde que decían que iban a salir por la montaña. Y sin pensarlo ni un instante decidimos seguirlos (digo decidimos porque iba con mis hijos, varios de sus amigos y mis primos de España que andaban de paseo !qué paseo! pobres...). Estos hombres eran unos vaquianos de la zona, que habían perdido todo, y aún así, la noche anterior habían hecho el recorrido por la montaña para hacerlo accesible y empezar a sacar gente por el camino. Hombres humildes, calladitos pero con su corazón hacia los demás , después de haber perdido sus casitas. Porsupuesto, los seguimos confiadamente, no alardeaban de su conocimiento ni pedían favores... sólo caminaban guiándonos por lo desconocido para nosotros. Me hicieron recordar el caminar de un Hombre que lo dió todo por cada uno de nosotros...
Finalmente llegamos al Albergue. Fuimos el primer grupo en llegar y nos recibieron la gente mas humilde y cariñosa que se puedan imaginar. Gente, que también había perdido sus posesiones y estaban preparándonos desayuno. Hubo una señora que apenas me vio me abrazó. No le importó que yo venía llena de barro y asustadísima. Me agarró mis manos entre las suyas y me las frotaba diciéndome : "pobrecita, tiene mucho frío... perdone que no está listo todo el desayuno todavía... pero tómese este juguito.." Una persona humilde que había perdido todo, sirviéndome con un amor indescriptible. Sirviéndole a una persona que en menos de dos horas iba a estar en su casa, con el resto de su familia, con un baño con agua caliente. En fin con todas las comodidades a las cuáles , que por la misericordia de Dios, he estado acostumbrada.
Al llegar a casa, después que fueron por nosotros, porsupuesto que le agradecí muchísimo a Dios pero me sentía en deuda con alguien y no entendía. Pasó el tiempo, y Dios nos dio la oportunidad de servir desayunos a los habitantes de la calle. Unos vienen sucios como yo llegué aquel día, y les aseguro que todos llegan con miedo y siguen con miedo... Miedo a un futuro incierto, a sobrevivir en esa jungla tan terrible.
Y talvez la experiencia del terremoto en Cinchona haya tenido un poco que ver con lo que estamos haciendo ahora. Pero definitivamente marcó mi vida con agradecimiento. Y si sigo estando en deuda con aquellas personas maravillosas que aunque perdieron todo, lo dieron todo, saliendo de su comodidad y su dolor, y nos recibieron con un amor genuino; ahora, yo teniendo todo, cómo no voy a dar un poco de eso a aquellos que no tienen por diferentes circunstancias?
Y para ir cerrando esta entrada, qué habrá percibido mi sobrino de 19 años, hijo de la prima española, que aún después de esta experiencia, decidió dejar su tierra natal y venir a estudiar a Costa Rica por un año? Definitivamente el testimonio de amor de esta gente. Curiosamente, también nos acompaña a repartir desayunos en el Centro de Dormitorio de la Municipalidad de San José. Reparte sandwiches con una sonrisa en su rostro. Probablemente se acuerde que alguna vez estuvo del otro lado de la mesa recibiendo.
Si, me revolcó la ola "Capitana" pero creo entender que no quedé viendo para el lado equivocado. Pero sigo con la certeza que los pensamientos de Dios no son los nuestros y que sus caminos son mas altos que los nuestros.
Estoy segura que en mi rompecabezas faltan muchas piezas. Si tengo la convicción de que Alguien que murió por mi, me acompañará hasta el final. Aunque llegue con mi rompecabezas sin terminar.
Y espero no intentar comprender siempre todo, porque quiero reconcer siempre mi condición de ser humano finito ante Dios infinito.
La libertad de poder decir lo que uno cree en el campo religioso ha sido muy censurado... hasta con pena de muerte. Vivo en un país con esa libertad aparente. Pero si las situaciones o la crítica hubieran sido armas ya no estaría contando mi historia. No podemos ser solamente espectadores de atrocidades debemos denunciarlas aunque nos cueste la cabeza...
sábado, 25 de septiembre de 2010
domingo, 19 de septiembre de 2010
Refugio en Betania
Durante esta época de nuestra vida, donde nunca nos imaginamos que interesante iba a ser (a veces intensamente interesante, de una intensidad que generalmente antes del gozo, existe el dolor), Dios nos dió un refugio en Betania...
Jesús iba de visita a Betania, tres kilómetros al este de Jerusalén, en la ladera oriental del monte de los Olivos. Ahí se reunía con tres amigos. Me imagino que su visita no era nada formal, ni de trabajo... Sino simplemente de descanso, de hablar horas de horas de lo que era importante y tal vez no tan importante. Era su refugio, se sentía seguro, y de fijo muy a gusto ya que en la Biblia se menciona mucho este lugar como frecuentado por Jesús.
La gran provisión de Dios es enviarnos Betanias, donde nos sentimos bien siendo realmente como somos. Sin pretensiones ni máscaras , solo siendo realmente nosotros.
Nuestro Betania queda a 7 kilómetros de nuestra casa, en los antiguos cerros cafetaleros de la zona oriental de San José. Ahí nos reunimos con nuestros amigos. Visitas nada formales. De hablar de lo importante y lo no tan importante. Visitas que nos proveen descanso espiritual y recibimos atenciones y cuidados que solo pueden venir de hijos de Dios. Cómo no vamos a ir tan felices?
En nuestra última visita fuimos testigos de un milagro. Un milagro que te agarra por sorpresa. Como esos cielos de colores impresionantes que vemos de un momento a otro cuando no lo esperábamos, o como esa ola inmensa que se revienta con todo el poderío y la majestad de Dios y nos empapa, aún caminando en la orilla. Así fue cuando de un momento a otro escuchamos a la joven hija de nuestros amigos tocar el piano. Humildemente se acercó a él , y sus manos, se transformaron con igual majestad que el atardecer e igual poderío que el de la ola, y pudimos apreciar el talento puro con que Dios bendijo a esta muchacha.
Lo mas increíble de esto es que estoy segura que ella ni siquiera sospecha cuan grande es su don. Creo que detrás de esa sonrisa suave y dulce, está un futuro muy prometedor. Porqué digo que es un milagro? Porque algo tan excelente solo puede venir de Dios. Algo tan excelente en un vaso frágil lleno de humildad.
Escucharla fue una oración de acción de gracias... Otro motivo mas para estar agradecidos por Betania.
Gracias Gogi, por compartirlo con nosotros!
Jesús iba de visita a Betania, tres kilómetros al este de Jerusalén, en la ladera oriental del monte de los Olivos. Ahí se reunía con tres amigos. Me imagino que su visita no era nada formal, ni de trabajo... Sino simplemente de descanso, de hablar horas de horas de lo que era importante y tal vez no tan importante. Era su refugio, se sentía seguro, y de fijo muy a gusto ya que en la Biblia se menciona mucho este lugar como frecuentado por Jesús.
La gran provisión de Dios es enviarnos Betanias, donde nos sentimos bien siendo realmente como somos. Sin pretensiones ni máscaras , solo siendo realmente nosotros.
Nuestro Betania queda a 7 kilómetros de nuestra casa, en los antiguos cerros cafetaleros de la zona oriental de San José. Ahí nos reunimos con nuestros amigos. Visitas nada formales. De hablar de lo importante y lo no tan importante. Visitas que nos proveen descanso espiritual y recibimos atenciones y cuidados que solo pueden venir de hijos de Dios. Cómo no vamos a ir tan felices?
En nuestra última visita fuimos testigos de un milagro. Un milagro que te agarra por sorpresa. Como esos cielos de colores impresionantes que vemos de un momento a otro cuando no lo esperábamos, o como esa ola inmensa que se revienta con todo el poderío y la majestad de Dios y nos empapa, aún caminando en la orilla. Así fue cuando de un momento a otro escuchamos a la joven hija de nuestros amigos tocar el piano. Humildemente se acercó a él , y sus manos, se transformaron con igual majestad que el atardecer e igual poderío que el de la ola, y pudimos apreciar el talento puro con que Dios bendijo a esta muchacha.
Lo mas increíble de esto es que estoy segura que ella ni siquiera sospecha cuan grande es su don. Creo que detrás de esa sonrisa suave y dulce, está un futuro muy prometedor. Porqué digo que es un milagro? Porque algo tan excelente solo puede venir de Dios. Algo tan excelente en un vaso frágil lleno de humildad.
Escucharla fue una oración de acción de gracias... Otro motivo mas para estar agradecidos por Betania.
Gracias Gogi, por compartirlo con nosotros!
sábado, 18 de septiembre de 2010
Fernando Céspedes, jugador de Futbol Calle, Costa Rica
Nada mas me imagino estar en la escena descrita en Lucas 7:36-50. Si, estoy hablando de la famosa historia bíblica donde una mujer de dudosa reputación rompe su frasco de alabastro y se lo da entero a Jesús. Pero lo que me llama la atención de este pasaje no es el papel de la mujer en si, sino de la persona que invita a Jesús, Simón el fariseo y sus amigos.
De veras que Jesús es buena gente! Lo invita Simón el fariseo a una cena con todos sus amigos (ya se pueden imaginar quienes eran...) y Jesús acepta tranquilo. Probablemente sabiendo que estaba bajo el ojo escrutinador mas sin misericordia de esa época y que iba a estar expuesto a un sin fin de preguntas con el único objetivo de hacerle caer ante ellos como un hereje. Y aún así, acepta.
Cuenta la historia que se logra meter entre los invitados, una mujer de mala vida, como es descrita en varias versiones de la Biblia. Y se pone detrás de Jesús... llorando de arrepentimiento, con sus lágrimas bañó sus pies, los enjugó con su cabellera y los besó y los ungió con su perfume.
Simón, el anfitrión, observa de lejos y se pregunta que si de veras Jesús hubiera sido profeta, no permitiría tal situación. No, jamás hubiera permitido que esa mujer se le hubiera acercado. Y en ese momento de duda y crítica hacia su invitado, Jesús lo llama y el responde : "Dime Maestro"...
Cómo es posible que le diga Maestro, cuando internamente pensaba otra cosa? Con justa razón, Jesús llamó a los fariseos sepulcros blanqueados. Por dentro toda la crítica, juicio, calumnia y por fuera un falso y religioso y probablemente empalagoso "Dime Maestro"
Jesús conoce los corazones, no se le escapa ni uno solo. Y en la historia, Jesús pacientemente le explica a Simón (le intenta explicar, pero creo que Simón no lo logra) que el verdadero milagro es el perdón cuando hemos recibido el amor de Dios. Los invitados que estaban sentados al lado de Jesús, pareciera que tampoco entendieron porque lo único que les importa es comentar el "atrevimiento" de ese hombre de creer tener la capacidad de perdonar pecados.
En medio de estas polémicas de doctrina religiosa no pudieron admirar el milagro de amor frente a sus propios ojos. Una mujer de la calle, sin ninguna esperanza, perdonada por Jesús, con su honra devuelta frente a todos ellos como testigo. Un ser humano, devuelto a la sociedad. Totalmente con una nueva oportunidad de intentarlo otra vez...
Sus "preocupaciones" doctrinales, viendo el mosquito en el vaso, no les permitió amar y cuidar a esta mujer. No les permitió alegrarse por lo que Jesús había empezado a hacer con ella. Se perdieron el milagro por buscar el mosquito...
Cuando damos desayunos en el Centro de Dormitorio de la Municipalidad de San José, vemos a miles de corazones con toda la intención de volver a intentar ser parte de la sociedad. Es difícil ya que ellos no han nacido con nuestras oportunidades en muchas áreas, pero muchos quieren salir...
Este fin de semana, Fernando Céspedes, ex habitante de la calle, está jugando en Brasil, como parte del equipo de Fútbol Calle. Parte de nuestro equipo, tuvo fe en él, no perdieron el tiempo en juicios de doctrina. Le facilitaron el ingreso a una institución de rehabilitación, lo cuidaron, lo fueron a ver todos los fines de semana, lo sacaban en sus días libres a almorzar, lo llamaban por teléfono, cuando era permitido, en fin, lo amaron de verdad; no con palabras, sino con hechos. Hoy recibieron su llamada de Brasil, una llamada de un hombre que se le devolvió su honra. Porsupuesto que él quiso tomar la oportunidad. Una llamada llena de orgullo y de agradecimiento para decirles :" gracias, aquí estoy cumpliendo mi sueño."
Esta gente, que cuidó a Fernando Céspedes, no perdió el tiempo analizando lo negro de su pasado. Ni perdió el tiempo buscando estrategias espirituales para sacarlo y mostrarle su pecado. Lo amaron igual como hizo y hace Jesús con cada uno de nosotros. Y qué mejor forma de mostrarle el amor de Dios a alguien que con su entrega y cuidado sin esperar nada a cambio?
Hoy, nuestro jugador de fútbol, está seguro que hay un Dios en el cielo que se preocupa por él a través de personas. Tan es así que hasta dio declaraciones a la prensa nacional sobre quién era Dios para él...
No sería buenísimo que en vez de tanto hablar la gente amara de verdad?. Les aseguro que no habría ni una sola persona en este mundo que no reconociera que Dios es real.
No sé de quién estar mas orgulloso: del equipo que cuidó y cuida a Fernando, o del mismo Fernando.
Quiero con todo mi corazón, cuando Jesús me llame, no contestarle con un "Di Maestro" de la boca para afuera. Y esto me lleva a la cita de Proverbios 4:23: "sobre toda cosa, guarda tu corazón". No quiero perder el tiempo en lo que no sirve, sino en lo verdadero. Y no perderme ni un solo milagro de amor a mi alrededor.
De veras que Jesús es buena gente! Lo invita Simón el fariseo a una cena con todos sus amigos (ya se pueden imaginar quienes eran...) y Jesús acepta tranquilo. Probablemente sabiendo que estaba bajo el ojo escrutinador mas sin misericordia de esa época y que iba a estar expuesto a un sin fin de preguntas con el único objetivo de hacerle caer ante ellos como un hereje. Y aún así, acepta.
Cuenta la historia que se logra meter entre los invitados, una mujer de mala vida, como es descrita en varias versiones de la Biblia. Y se pone detrás de Jesús... llorando de arrepentimiento, con sus lágrimas bañó sus pies, los enjugó con su cabellera y los besó y los ungió con su perfume.
Simón, el anfitrión, observa de lejos y se pregunta que si de veras Jesús hubiera sido profeta, no permitiría tal situación. No, jamás hubiera permitido que esa mujer se le hubiera acercado. Y en ese momento de duda y crítica hacia su invitado, Jesús lo llama y el responde : "Dime Maestro"...
Cómo es posible que le diga Maestro, cuando internamente pensaba otra cosa? Con justa razón, Jesús llamó a los fariseos sepulcros blanqueados. Por dentro toda la crítica, juicio, calumnia y por fuera un falso y religioso y probablemente empalagoso "Dime Maestro"
Jesús conoce los corazones, no se le escapa ni uno solo. Y en la historia, Jesús pacientemente le explica a Simón (le intenta explicar, pero creo que Simón no lo logra) que el verdadero milagro es el perdón cuando hemos recibido el amor de Dios. Los invitados que estaban sentados al lado de Jesús, pareciera que tampoco entendieron porque lo único que les importa es comentar el "atrevimiento" de ese hombre de creer tener la capacidad de perdonar pecados.
En medio de estas polémicas de doctrina religiosa no pudieron admirar el milagro de amor frente a sus propios ojos. Una mujer de la calle, sin ninguna esperanza, perdonada por Jesús, con su honra devuelta frente a todos ellos como testigo. Un ser humano, devuelto a la sociedad. Totalmente con una nueva oportunidad de intentarlo otra vez...
Sus "preocupaciones" doctrinales, viendo el mosquito en el vaso, no les permitió amar y cuidar a esta mujer. No les permitió alegrarse por lo que Jesús había empezado a hacer con ella. Se perdieron el milagro por buscar el mosquito...
Cuando damos desayunos en el Centro de Dormitorio de la Municipalidad de San José, vemos a miles de corazones con toda la intención de volver a intentar ser parte de la sociedad. Es difícil ya que ellos no han nacido con nuestras oportunidades en muchas áreas, pero muchos quieren salir...
Este fin de semana, Fernando Céspedes, ex habitante de la calle, está jugando en Brasil, como parte del equipo de Fútbol Calle. Parte de nuestro equipo, tuvo fe en él, no perdieron el tiempo en juicios de doctrina. Le facilitaron el ingreso a una institución de rehabilitación, lo cuidaron, lo fueron a ver todos los fines de semana, lo sacaban en sus días libres a almorzar, lo llamaban por teléfono, cuando era permitido, en fin, lo amaron de verdad; no con palabras, sino con hechos. Hoy recibieron su llamada de Brasil, una llamada de un hombre que se le devolvió su honra. Porsupuesto que él quiso tomar la oportunidad. Una llamada llena de orgullo y de agradecimiento para decirles :" gracias, aquí estoy cumpliendo mi sueño."
Esta gente, que cuidó a Fernando Céspedes, no perdió el tiempo analizando lo negro de su pasado. Ni perdió el tiempo buscando estrategias espirituales para sacarlo y mostrarle su pecado. Lo amaron igual como hizo y hace Jesús con cada uno de nosotros. Y qué mejor forma de mostrarle el amor de Dios a alguien que con su entrega y cuidado sin esperar nada a cambio?
Hoy, nuestro jugador de fútbol, está seguro que hay un Dios en el cielo que se preocupa por él a través de personas. Tan es así que hasta dio declaraciones a la prensa nacional sobre quién era Dios para él...
No sería buenísimo que en vez de tanto hablar la gente amara de verdad?. Les aseguro que no habría ni una sola persona en este mundo que no reconociera que Dios es real.
No sé de quién estar mas orgulloso: del equipo que cuidó y cuida a Fernando, o del mismo Fernando.
Quiero con todo mi corazón, cuando Jesús me llame, no contestarle con un "Di Maestro" de la boca para afuera. Y esto me lleva a la cita de Proverbios 4:23: "sobre toda cosa, guarda tu corazón". No quiero perder el tiempo en lo que no sirve, sino en lo verdadero. Y no perderme ni un solo milagro de amor a mi alrededor.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Dios soy tu hijo, tengo derechos o no?
Ahora quiero que me dés esta casa, este trabajo. Y que me expliqués porque no me dás exactamente lo que te pido en el momento que YO sé que es el mas conveniente... Reclamo todo esto para MI...Tengo derechos o no soy tu hijo? Yo rechazo todo sufrimiento en mi vida y rechazo todo lo que me haga salir de mi comodidad... Para eso moriste por mi... o no soy tu hijo? o habré entendido mal? Y respóndame siempre en el instante que lo busco usted me tiene que hablar de vuelta.. Ahh... y después de todo me trae la cuenta por favor ahh, y de paso gracias.
En qué hemos convertido la imagen del Dios todopoderoso, en alguien que me trae todo a mi antojo y bajo mis caprichos? Creemos que al tener el privilegio de ser sus hijos, podemos manejar la voluntad de Dios a nuestro antojo. Se nos olvida quién es El y quienes somos nosotros. Somos seres finitos ante un Ser infinito que sabe que es lo mejor para nosotros. Ese Ser, si decimos que hemos estudiado la Biblia, muchas veces permanece en silencio. El ejemplo de Elías en la cueva: escuchó a Dios en un silbido apacible... Nuestro silencio ante la gran majestad del Rey. Cómo hemos perdido ese momento solemne de estar delante de la presencia del Dios del Universo?
Cómo es que los niños aprenden a hablar? Escuchando la voz de sus padres en silencio... Cuando le pedimos a Dios que se haga nuestra voluntad ( muy diferente a lo que oramos cuando decimos el Padrenuestro) y le exigimos nuestros derechos como hijos a que nos conteste a cambio de 30 monedas de plata, nos desubicamos de nuestra condición de seres finitos al Ser Infinito. Y qué resultados tiene esa desubicación? Falsas expectativas y un concepto erróneo del verdadero Evangelio. Y al final nos podemos ir del camino ya que nos vendieron algo que no es la realidad.
Nuestros derechos como hijos de Dios son inmensos y maravillosos: la paz que sobrepasa todo entendimiento, tener la mejor compañía durante la aflicción y que mas importante que la vida eterna al lado de nuestro Maestro? Ya con todo esto deberíamos estar mas que agradecidos y felices todos los días de nuestra vida.
Y para terminar quiero compartir con ustedes una cita del libro " Cuando todo calla. El Silencio en la Biblia" de Silvio José Báez que dice así:
"El Dios bíblico es siempre un Dios a quien buscar y en quien esperar, más que un Dios a quien encontrar y poseer. Es el Dios que habla callando y calla hablando, que no da explicaciones, pero que sorprende siempre como misterio de amor y de vida, cuya infinita cercanía es paradójicamente su infinita lejanía de todas nuestras imágenes y representaciones de la divinidad, por muy altas y sublimes que sean. La angustia del no saber y el silencio de la aparente ausencia son parte constitutiva de la auténtica experiencia de Dios, que siempre está más allá de toda experiencia y de toda conceptualización. Afirmar que Dios es silencio es reconocer y aceptar que los caminos de Dios no son sólo los de la palabra y la respuesta, sino también los del silencio y el escondimiento."
Aprendamos a escuchar y a disfrutar el silencio de Dios.
En qué hemos convertido la imagen del Dios todopoderoso, en alguien que me trae todo a mi antojo y bajo mis caprichos? Creemos que al tener el privilegio de ser sus hijos, podemos manejar la voluntad de Dios a nuestro antojo. Se nos olvida quién es El y quienes somos nosotros. Somos seres finitos ante un Ser infinito que sabe que es lo mejor para nosotros. Ese Ser, si decimos que hemos estudiado la Biblia, muchas veces permanece en silencio. El ejemplo de Elías en la cueva: escuchó a Dios en un silbido apacible... Nuestro silencio ante la gran majestad del Rey. Cómo hemos perdido ese momento solemne de estar delante de la presencia del Dios del Universo?
Cómo es que los niños aprenden a hablar? Escuchando la voz de sus padres en silencio... Cuando le pedimos a Dios que se haga nuestra voluntad ( muy diferente a lo que oramos cuando decimos el Padrenuestro) y le exigimos nuestros derechos como hijos a que nos conteste a cambio de 30 monedas de plata, nos desubicamos de nuestra condición de seres finitos al Ser Infinito. Y qué resultados tiene esa desubicación? Falsas expectativas y un concepto erróneo del verdadero Evangelio. Y al final nos podemos ir del camino ya que nos vendieron algo que no es la realidad.
Nuestros derechos como hijos de Dios son inmensos y maravillosos: la paz que sobrepasa todo entendimiento, tener la mejor compañía durante la aflicción y que mas importante que la vida eterna al lado de nuestro Maestro? Ya con todo esto deberíamos estar mas que agradecidos y felices todos los días de nuestra vida.
Y para terminar quiero compartir con ustedes una cita del libro " Cuando todo calla. El Silencio en la Biblia" de Silvio José Báez que dice así:
"El Dios bíblico es siempre un Dios a quien buscar y en quien esperar, más que un Dios a quien encontrar y poseer. Es el Dios que habla callando y calla hablando, que no da explicaciones, pero que sorprende siempre como misterio de amor y de vida, cuya infinita cercanía es paradójicamente su infinita lejanía de todas nuestras imágenes y representaciones de la divinidad, por muy altas y sublimes que sean. La angustia del no saber y el silencio de la aparente ausencia son parte constitutiva de la auténtica experiencia de Dios, que siempre está más allá de toda experiencia y de toda conceptualización. Afirmar que Dios es silencio es reconocer y aceptar que los caminos de Dios no son sólo los de la palabra y la respuesta, sino también los del silencio y el escondimiento."
Aprendamos a escuchar y a disfrutar el silencio de Dios.
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